Camino a Ozzy - CAPITVLO V (Dreamer)

Fabricio (con una cara de agotado) y su ñaño menor Andrés (a lo Lennon), me recibieron luego de un no tan emotivo reencuentro. Me llevaron a donde una tía que les había dado posada. Linda la señora, me recibió como si fuera uno más de la familia; y su linda nietecita de más o menos 7 años no dejaba de jugar conmigo.
- Ya comió
- En eso estaba - le dije - pero gracias, ya mismo voy a comer
- No, como va a creer, ya le doy alguito
- Dice Marco que se apure - decía Fabrixio (broma a la que tan mal acostumbrado me tenía)
- Ya voy - gritó la señora en gesto amable
Frente a mi me sirvió la maravilla de la gastronomía ecuatoriana. Papas, maní, arroz, huevo y aguacate... Me supo a gloria divina (tomando en cuenta que mi desayuno fue paupérrimo)

Que linda la nenita... futura rocker

El maná del cielo...

Luego de jugar con la nena, y comerme de tres bocados la comida más buena del mundo, le dije a Fabrixio "la Picha":
- Pilas loco ya son las 3, vamos avanzando
- Ya pues Narco
Nos despedimos, agradeciéndo con mi vida la amabilidad de dicha señora (que nunca supe como se llama); y luego de una confusión ligera con los caminos, y una interminable penitencia en el metro de Quito (versión decadente y sucia del Metro Guayaquil) con un embotellamiento brutal que duró más de hora y media... llegamos!!


 Corrimos como dementes buscando alguna señal del mítico Coliseo Rumiñahui... nada. Hasta que a lo lejos divisamos un grupo considerable de individuos con camisetas y abrigos negros... ahora si llegamos!!
- Donde termina esta huevada - fue la exclamación espontánea luego de ver la brutal cantidad de gente y buscar el final de la fila. Casi dimos toda una vuelta al coliseo, hasta que la famosa pregunta: Aquí es el último? fue respondida por un - Simón pana..
Esa fue otra historia, comenzó a llover y hacer un frío mayor al que ya nos había sometido; aparte que la fila no se movió por 2 eternas y largas horas... 2 angustiosas horas. Mientras yo sólo jugaba con el humo que salía de mi boca, Fabricio dormía de pie (salía de guardia del Vernaza), y Andresito estaba demasiado tenso.

 

Fabrixio pesimista...

Comenzó a moverse lentamente la fila, hasta que por fin a las 7 y media me encontraba en la puerta del Infierno. Pero como sólo a este cristiano le podría pasar, justo a la entrada se me pierden los hermanos Pazmiño (Fabrixio y Andrés).
- Donde están este par de mecos - me decía en mi mente cada momento... De nuevo solo... (De hecho los volvería a ver 2 semanas después en Guayaquil)
Al entrar al Coliseo me pareció un mundo totalmente distinto al que había estado acostumbrado en mi nación huancavilca, el orden la gente, el clima, el ambiente... era estupendo. No sé si era por que estaba en Black Box (repleto) o la cultura es diferente allá, o talvez ambas, pero en todo el tiempo que buscaba a este par de maricas, me encontraba con gente que en verdad iba a disfrutar un concierto de Ozzy, y no a hacer relajo ni problemas al de al lado. Ni siquiera vi una camiseta de la Sur Oscura... es más, conté 3 buzos de Emelec!!! (Increíble para mí).

Agradable estar allí. Conversé con unos tipos serranos (de la sierra) que me acolitaron con su cel para llamar a los hermanos Pazmiño (que nunca contestaron). Uno de ellos me enseñó el autógrafo que Ozzy mismo le dio en camerinos.


Puño Y Letra de Ozzy

Luego de ver la legión guayaca en una lejana tribuna, y en la entrada a Helmut Jeremías con sus volantes, de repente entra un pana tristemente célebre que ni me imaginé encontrar:
- Que dice Darío
- Que más loco, que gusto verte por acá "compresor"
- Que tal, y la radio?
- Nooo loco, se acabó el programa. Problemas por allí, después de entrevistarte
- Ya dice... ahí tengo la entrevista grabada
- Ya pues pásala, que es la primera entrevista a un mono - me dijo riendo
- Aver una entrevista - le dije, y saqué la cámara

Y así continuó entre conversa y conversa, mentiras y bromas, con AC-DC de fondo musical... de hecho, era un mejor ambiente que el acostumbrado en el Guayaquil de mis amores.
Por un momento me olvide de todo, de mis problemas, pacientes, amigos, frío... todo. Solo cerré mis ojos y con ACDC de fondo sonando "A Touch To Much", me di cuenta que sin duda experimentaba un pequeño Nirvana. Hasta que se apagaron la música y las luces... el show iba a empezar...