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Trabajando en donde solo se duerme cuando se deja de respirar..

lunes, 3 de octubre de 2011

Camino a Ozzy - CAPITVLO II (Desire)

Embarcamos de nuevo, esta vez en la Reales Tamarindos... Me senté, me puse mis audífonos, y dejé que Road To Nowhere cierre mis ojos y me eleve. De hecho no había ido a ningún lado.. Eran casi las 8 y seguía en la Provincia del Guayas.



En un destello de locura sigo tomando fotos, y comienzo a grabar con mi mp4:- 14 de Junio, 8 y 15 de la mañana, voy en la Reales...
- Que dice mi doctor!!!
- No puede ser...
- Ja ja ja, como así por acá... qué va a hacer a Quevedo?
- Increíble este día - dije sin ver aun quien era - como así por aquí - dije; e inmediatamente volteé a ver quien era.
- Acá que voy a la Universidad a ver a una amiguita - me dijo un tipo de unos 30 años, camisa clara con los 3 botones abiertos, pantalón y zapatos negros, arreglado como para una cita, con exceso de perfume. Estaba sentado en el puesto detrás del mío. Nunca me recordé del nombre de él, pero era paciente mío por unos cálculos renales que una vez lo llevaron en la madrugada al subcentro. Rowatinex, Agua de Matico en ayunas, y bastante líquidos solucionaron el problema.
- Hable serio... y usted no era cristiano?
- Si doctor, pero carne es carne. Tiene 22 años y está en turismo. Y usted? no me ha dicho como así por aquí...
- Me voy a Quito, por un Congreso Internacional de Medicina. Vuelvo mañana mismo.
- Congreso... ja ja. Una hembrita es que va a ver!!
- No, es en serio
- Yaaaa tranquilo nomás doctor, que uno es discreto. Vea que belleza de mujer que uno tiene alrededor, y ese es el mejor regalo de Dios para el hombre. No cree?
- Si pero usted es cristiano...
- Pero también soy hombre, pues doctor. Si usted la viera... Vea ahí está, la de blusa roja.
En efecto era una semidiosa de unos 22 años, churrona y pecosa con una mirada maliciosa que se subió a la Reales al pasar por la Universidad. Se sentó al lado del galán de turno con vista a la ventana.
- Mija, vea, le presento al doctor que me curó los cálculos. Una vez le caí con ese dolor a las 2 de la mañana en el subcentro y me atendió de una.
- Mucho gusto doctor, me llamo Maribel. Pero usted es joven? - me dijo con mirada sexualmente explicita - cuantos años tiene?
- Próximamente 25 - dije viendo mi mp4 que seguía grabando todo - pero no soy tan joven
- Es un niño
- Aver, usted tiene 22, es menor que mi... no puede decir eso.
- jajaja, su enamorada debe de ser alguien muy feliz a su lado.
- Como así? ni siquiera me conoce
- Me lo imagino - dijo viéndome a los ojos. Me asustaron las ganas que me lanzó con esa mirada frente al enamorado. Esto estaba mal.
- Nada que ver, soy alguien muy estresante, pregúntele aquí a él que me conoce.
- Nada que ver mi vida - dijo tranquilamente, como si no se hubiera dado cuenta de nada - es un bacán. Cualquier cosa uno lo llama nomás y te atiende aunque sea por teléfono.
- En serio? - dijo ella - ya pues déme su número para cualquier consulta.
- Noooooooooooo tengo ahorita, está medio dañado y no coge señal
- Tranqui mija que yo lo tengo, más lueguito te lo doy
En mi mente maquinaba si es que era tan pendejo que no se daba cuenta que su víctima se fijó en un médico de 24 años; o era parte de su juego para ver hasta donde era capaz de llegar. Si algo aprendí de la gente Choneros, es precisamente a desconfiar de la gente de Choneros. Hasta de mí mismo.
- Venga bajando, venga bajando, Terminal de Quevedo última parada!!!
Ese grito me sonó a libertad; ya eran las 8 y 40. El caballero se bajo con su dama que nunca la soltó de la cintura.
- Ya mi doctor, cuídese
- Gracias, y ya sabe, tranquilo nomás, no sea malito
- No pasa nada doctor, no pasa nada
- Doc!! - me dijo la chica - no me ha dado su nombre
- Aim nazing - le dije, citando la frase de Charles Manson en una entrevista televisada (I`m Nothing!!)
- Y como se escribe eso???
- Ya doctor póngale ahí Marco, que? - me dijo el "cazador", y le puse mi nombre sabiendo de antemano los riesgos que esto conllevaría.
_ Nos vemos doctor Marco - me dijo en un tono de niña maliciosa.
Corrí como pude, tratando de huir de la tentación (y su talvez terrible represalia), y tratando de buscar algún boleto para Quito.
Sólo la boletería de la Macuchí estaba abierta.
- Cuanto?
- 5 dólares amigo.. Ya mismo sale
- Vamos
En ese punto del camino, me planteé la idea de que cómo podía ser posible que un día comience con tantas alteraciones de la lógica. En fin seguía camino a Ozzy

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