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Trabajando en donde solo se duerme cuando se deja de respirar..

martes, 4 de octubre de 2016

A mi tambien me gusta el rock

Saliendo de una guardia hospitalaria (extrañamente aburrida) y  despidiéndose con la frivolidad característica, va al parqueadero a ver a su flamante adquisición de cuatro ruedas, color blanco y marca Skoda (de los antiguos, año 97); junto a los opulentos Hyundai Terracan y Chevrolet de sus compañeros. Un carrito simpático que pese a todos sus achaques, aún rodaba, y que cada día le regalaba un sonido nuevo.
- Nos vamos Piojito - le dice al bólido.
Mientras lo enciende y espera que la máquina caliente (eternos 5 minutos), prende el radio del carro y de inmediato suena Paranoid.
- Finish wit mai guoman cos shi culnu jelpmi wit mai maind.. - tarareaba entre somnoliento y despierto. Metió cambio, primera y se apagó.
- Bue - suspiró - vamos de nuevo.
Segundo intento y luego de un terremoto en todo el carro, se prendió. Y con Black Sabbath de fondo salió por la 25 de Julio rumbo a casa.
Dentro de su CD (grabado de improviso) había de todo, Heavy Metal, Rock Clásico y hasta algo del Black Metal... ese estruendoso y blasfemo ruido, tan temido por muchos y curioseado por otros morbosos. Pero él le encontraba armonía dentro de ese caos.
Normalmente iría por la Perimetral, y llegaría sin problemas; pero decidió algo de anarquía, así que tomó ir por el centro de la ciudad.
Ya que su Piojito carecía de aire acondicionado, tenía siempre su vidrio abajo; y por ende liberaba el sonido musical de su cabina. Por ahora tranquilo todo, sonaba Stratovarius con su Hunting High and Low. En la luz roja nadie le prestaba atención, y de hecho ni le importaba. Sólo quería mantenerse despierto hasta llegar a casa.
Y así, entre parada y parada el camino avanzaba, hasta de pronto Marduk resonó gritando con su voz demoníaca: Materialized in Stone (para los que saben, es un sonido fuerte). 
Cada carro que pasaba a su lado (los que no tenían su vidrio arriba) lo miraba con cara de sorpresa al tipo que conducía ese Skoda, moviendo la cabeza disfrutando esos gritos.
- Oiga pana, esa música es del diablo si sabe? - le dijo un aguatero ambulante.
- Oe que es esa huevada flaco.. - le dijo un negrito que había decidido no "limpiarle" el parabrisas.
- Joven.. Cristo te ama - le dijo una señora desde un Spark a su lado.
Nunca pensó que se divertiría tanto camino a casa, aunque la verdad sólo quería llegar.
A la altura de La Providencia, mientras sonaba Dark Funeral, del rebaño de chicas (que misteriosamente salían a esa hora) una chiquita de cabello café lo quedó viendo, y se limitó  decir: Bieeeen.. Dark Funeral!! mientras seguía su camino.
Contrario a emocionarse, se sorprendió de que alguien más encuentre arte en lo brutal. Pero no tenía mucho tiempo hasta que unos diezmillonésimos milisegundos de que cambió el semáforo a verde, ya pitaban varios carros más.
- Vamos Piojito.. dijo al cascabeleante carro.
A la altura de un Malecón 2000 frío y pálido como una mañana de Sábado, rodaba al son de la voz de Dickinson gritando The Trooper, pero en media vía, su nave se apagó súbitamente. Alcanzó a girar a la izquierda, en la esquina de la Espol, con la vergüenza de su vida bajo una sinfonía de carros que pitaban incesante e inmisericordemente.
Gracias a que el sistema eléctrico de radio era independiente al resto, Jannick Gers seguía su imponente solo. Se contrarió más al ver un vigilante del ATM que se acercaba al auto blanco de luces intermitentes y motor apagado. 
El tipo se acercó al médico confundido con una sonrisa le dijo:
- Tranquilo pana, a mi también me gusta el rock...  buen día.
- Sabe que este día esta de cabeza... que caos amigo.
Y parquearon a la vereda izquierda, continuando el poco tráfico que circulaba a esa hora; justo atrás de un Kia Sportage blanco.
- Seguro es un problema mecánico,  si calentó la máquina al prenderlo.
- Sí de ley. No se que pueda ser. - y abrió el capote como si supiera que iba a hacer. Pero al ver el conglomerado de tubos y pistones, extrañó sus libros. Ahora era sólo un ignorante más. Mientras tanto sonaba ya Glenn Hughes y su mágica Burn.
- Que pasó doctor - le preguntó un tipo de unos 50 años, con camiseta azul de Emelec y un blue jean ancho. - Se quedó sin batería?
- No no es eso amigo, parece algo eléctrico creo.
- Aver deje ver - dijo acercándose junto al vigilante. - Hable serio mi doctor... esta sin gasolina pues.
- Esta mal, si el tanque va por la mitad en el tablero.
- No mi doctor, ese tablero entonces está marcando mal. Vea que aquí está seco. Vaya ponga gasolina y arranca... hágame caso.
- Chuzo estimado le agradezco la vida, en serio.
- No hay de que, sabe que esa canción de Deep Purple es mi favorita. Pero más me gusta la versión de Guillan... buen gusto compa.
- Gracias mi amigo - le dijo. Se despidió del agente y fue a la gasolinera de una cuadra. Mientras cargaba la gasolina vio un jefe de familia en un Autorun con una camiseta de Pink Floyd. Se dio cuenta que después de todo no estaba tan solo en su mundo.







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