Los dolores agónicos de los desastres premeditados vagan borrando el Génesis
las contradicciones Bíblicas son eliminadas
Los descarnados alrededor piden mas exactitud
pensamientos de sexo, holocaustos acéfalos, burdos, familias enteras sepultadas
ancianos solitarios, sombras enfermas, todos escuchan un mensaje desde el Primer Trono que se ha develado:
...Dios se ha dado por vencido, no hay más remedio
La tercera roca volverá desde el inicio,
borrón sin cuenta nueva es el título.
Unos cuantos rebeldes que quieren el viejo orden,
otros aún no entienden nada y optan por un fanatismo desenfrenado,
El Apocalipsis duerme tranquilamente; de primera mano lo sabe
No es necesario no hay jinetes, no hay truenos ensordecedores,
santos con mas paganismos que creencias
se vuelcan furiosos tratando de repudiar el cataclismo,
Sobre los sacerdotes degenerados, la fe opta por apagarse.
Los ascendidos entienden bien el plan,
Cristo, Buda, San Germán, todos se voltean acatando el mandato:
...No hay más camino.
El último concilio de discordia ha dictado su resolución,
no más manzanas, no mas árboles, no más serpientes
no más opciones, no más desviaciones que de todos nos olvidaremos;
ha llegado el momento de que del pecho sea arrancada la hiel.
una nueva raza ha de venir desnuda, con la pureza que trae consigo no temer.
La descreación ha comenzado
jamás el libre albedrío
el Elohim lo terminó por aceptar al ver pudrirse todo bajo sus pies
los opuestos se diluyen en una mezcla tibia, aburrida, sin sabor.
Las banderas, las letras, los símbolos palidecen,
las lenguas se olvidan al entrar en la frontera de la mente,
del Logos voluntarioso.
Todas las puertas se abren...
como amorfa respuesta de un buen narcótico amnésico
Es la sabia piedad de aceptar un error,
no de forma pero sí de fondo, cuanta razón vive al fondo
cuanta razón vive al fin sobre la humildad del equilibrio hermoso.
Las ideas, como sombrero errantes son capturadas
por la red de un caza mariposas grotesco.
El hermafroditismo vela por su oportunidad.
Nada de elementos, el agujero negro de Cronos
recapitula el sonido de las escalas renacentistas.
La idea de tratar de evolucionar será recordada en un segundo más
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