Un Martes cualquiera llego a mi area de trabajo, con la sinfonia de pitidos de monitores y seis almas dormidas peleando la lucha de sus vidas. Un bosque de circuitos conectados desde sueros hasta las tuberias humanas que mantienen corrientes de vida en forma liquida (mas conocida como sangre). De todos este dia destaca una en especial; una mujer de casi 70 inviernos con un sangrado cerebral, que la mantiene en el pais de Alicia y su sombrerero; escuchando talvez los cantos de Dorothy, y contando las estrellas desde un arbol gigantesco en alguna parte del pais del Nunca Jamas.
Al momento de la visita entran los familiares y entre sollozos tratan de conversar con ellos, de traerlos esta dimension; asumen que los escuchan y que por ahora solo estan dormidos. Se resisten a creer que talvez no despierten jamas. Talvez es mejor que familiares y pacientes sigan soñando. Creo que es la manera que la vida anestesia la realidad. Hasta eso el sentimiento llamado amor es la unica conexion entre los dos mundos. Las lagrimas hacen de puente entre almas y una plegaria al oido que espera ser escuchada por alguna divinidad presente.
Mientras tanto mi paciente seguira soñando, el sangrado intraparenquimatoso dejo un area infartada muy extensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario