Y asi de repente luego de la desilusion de un posgrado perdido, y con la certeza de entrar al próximo; me apareci de nuevo por la Clinica Guayaquil. A la parafernalia que no pense volver. La novedad que a mi amigo Bajaña lo cambiarian de su amada guardia y que mi puesto tenia reemplazo era algo que francamente no me quitaba el sueño. Pero sucedió que contra todo pronóstico el Dr. Boloña me dio la mejor de sus bienvenidas (aunque espero algun zarpaso repentino).. y empezó mi nuevo entrenamiento.
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