Una típica guardia de fin de semana, en la que todo cursa de manera tranquila, no es más que el preludio de un caos que se avecina.Y esta no fue la excepción, me transfieren desde el Efrén Jurado un tipo de 46 años con un infarto agudo del miocardio de 12 horas de evolución. El tipo lo traen en ambulancia, se mantiene con dolor al pecho, cambios en el ekg, elevación de troponinas; se inicia la Fibrinolisis. Lo que me llama la atención es cuando el tipo le calma el dolor, me mira y me dice:
-“Ya doctor gracias, chuta me calmo el dolor oiga, en serio gracias... ustedes son del cielo”
Pero por alguna extraña razón ese halago me dijo que algo andaba mal.
Diez minutos después inicia con disnea súbita y me gritaba que se ahogaba, y en cuestión de segundos (35 o 40) entró en paro cardiaco. Le iniciamos RCP avanzado con más ganas que incertidumbre.
-Que chugchas pasó? - me pregunta el Mario de Cardiotorax
-No se, infarto masivo? O un Tep?
Y seguimos con la esperanza de que cada latido de compresión despierte a un corazón cansado. Nunca salió, pese a que terminé con músculos contracturados y una sensación amarga de que pese a haber hecho la muerte gana de nuevo.
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