A estas alturas sería como si cada año fuera un dia del mes.. 31 dias, 31 años.
Lo simpático de saber que me sorprendería una vez más la dueña de mis demonios, es que no lo ví venir. Una cena inolvidable, que superó mis espectativas: sencilla, encantadora, sutil y elegante; tan igual a ella que mis más odiados temores se volvieron a enamorar aun más de ella.
Era como estar en un planeta lejano de una pelicula de George Lucas (Star Wars) con una comida sobre las estrellas. En verdad será una de las mejores de mi existencia.
Luego me llevó al mundo de la cerveza, un bar que aunque no era tan íntimo, ni la sorpresiva caída del resto del mundo rompió esa comunión de ser solo ella y yo. El agasajo era para mi, mi regalo solo ella. Sin duda el miedo a envejecer se pierde si se que estaré con un ángel lleno de sorpresas.
Un año más sobre la tierra, un dia que no pensé sonreir; una vida interesante la que me espera.. Feliz 31.
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