Esa fue la respuesta unitaria del 50% que sumada al "como te palanqueaste?" que sumaba 50%, llenaban la totalidad de las expresiones que me dirigían todos los habitantes de mi pequeño mundo social. Y así tan sencillo como decirlo, y estar escribiendo a las 4 de la madrugada en un consultorio sin pacientes (luego de haber soportado la oleada bestial de 198 pacientes todo el día); estoy donde muchos anhelan y lo ven como una especie de "El Dorado". Nunca fui político (lo más cercano a la política son mis amigos comunistas), ni fui palanqueado (siempre estuve en los peores grupos), y mi escasa popularidad se da en el bajo mundo del rock y pinturas. A veces el sistema cósmico que ordena el universo tiene sus errores, pero creo que esta vez acertó.
Asumo que es por mi baja de serotonina (o por que nos van a rebajar el sueldo) que en realidad me da lo mismo. No soy de los fanáticos que se vanagloria de estar en una institución que hasta hace 1 mes, pagaba el doble a sus empleados de lo que les daba el MSP; pero creo que el día de hoy en serio me convencí que lo mágico no es el sueldo sino el estar en un sitio como este.
De hecho el éxito para mí es que por primera vez "funco" como residente (contratado) y tengo internos a mi disposición (que me pasan preguntando cosas extrañas, y nunca hacen algo bien) y que anda rondando el susurro de que nos lo van a quitar, pero la vida desde este escritorio con una computadora (y un sistema que se cae a cada rato) tiene otra perspectiva.
Pacientes que se quejan del Gobierno, personas con emergencias de rinorrea acuosa de 15 días de evolución que solo quieren permisos para solapar sus faltas, gente que agradece, gente que se molesta por que no hay medicinas, y las típicas transferencias sin sentido que vienen de todas partes del Ecuador; que a la larga no son mas que pretextos para deshacerse de pacientes... y las típicas pacientes (la mayoría de 19 a 26 años) que se van de bolas al médico que atiende al papá con su crisis hipertensiva; son el pan de cada día en este mundo de Emergencia donde el aire acondicionado cada vez es más polar.
Recién son las primeras bocanadas de aire en mi nuevo trabajo, que contrasta brutalmente con la Clínica del Empalme en la que trabajaba... pero q este ritmo creo que no me queda más que habituarme al año entero que queda (no creo que sea tan difícil). Así por ahora la tónica es la misma; cuando mis compañeros esclavos de otros hospitales o clínicas me dicen: "Que bestia, estás en el IESS!!" solo sonrío maliciosamente y digo: ajap. Que cada cual labre su idea sobre mi estancia en este sito (palanqueado, meritorio, suertudo, etc.) lo cierto es que ahora soy un "Hijo del IESS" y sinceramente no se ni como, pero estoy.
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