Dia soleado, esperando a Don Mareña (un cojito que nos hacìa carreras aveces). Nos fallò de nuevo. Entre las iras mestruales de mi licenciada, y mi decepciòn de la gente chonera; paramos al lechero que pasaba de salida, y enseguida lo abordamos "caretucamente".
Luego de pasar por medio Chonero Central entregando leche con 70% de agua (es broma), llegamos a la escuelita que seguìa en la funesta lista: la Vasco Nuñez.
Por su cercanìa, la mayorìa de los niños me conocían, así que no me fue difícil "someterlos" con palabras.
Ni tanto, por que algunos me salieron más sabidos y se resistían a la vacunación (sobre todo los más pequeños).
Afortunadamente mi licenciada estaba con el alma más fría que de costumbre. El desenlace fue el de siempre: nadie nos traía de regreso, suerte que pasó Samantha (una especie de fan mía) que me llevó en su carro de regreso, pero esa es otra historia.
Aquí en clases... |
Vacunando a los que se portaron bien... |
Y a los que se portaron mal |
Para el recuerdo... |
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